Hace tiempo, ( bastante tiempo ) un querido amigo y yo estábamos en un bar irlandés en nuestra amada ciudad de Vigo, cuando tras 5 o 6 Guinnes nos dio por ir al periódico a ver los anuncios de las putas.
La cerveza siguió cayendo, la noche siguió decayendo, y allí estábamos mi amigo y yo en la puerta del edificio en el que supuestamente había " señoritas ".
Ya en mi casa, reflexionábamos acerca del por qué no habíamos sido capaces ni de llamar a la puerta. Y no nos salían las cuentas.
¿ Era por lo indigno y lo inmoral de dar dinero a lo que posiblemente sea una mafia, con una pobre chica explotada ?
¿ Era por acojone y miedo a encontrarnos cara a cara, ( o coño a cara ) con una profesional absoluta del sexo ?
No lo supimos. Y de ahí mi lamento en la terraza, a las 4 de la madrugada de una noche de agosto de un año muy intenso:
" Con lo fácil que sería follar, y follar, y follar... "
Quien lo diría.
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