Estoy con la chica que CREO que me gusta, en la vacía casa de sus padres.
Estoy tranquilo. Por mucho que me guste, yo no voy a hacer ni a decir cosas que den pie a absolutamente nada.
Mientras yo afino su guitarra, excusa por la cual yo estoy en su casa, ella habla.
Y habla, habla, habla, hasta que dice, y lo que dice es algo así como "Adriánelchicoquemegustaerestú"
Así, todo junto, sin espacios.
Rompo la primera cuerda debido a la tensión. Pero finjo no escuchar, y sigo " afinando ".
- Me oyes? -dice ya más tranquila- que creo que me gustas!
Se rompen dos cuerdas más.
Me levanto, me acerco a donde está ella, pero solo porque la puerta de salida está en la misma dirección.
Todavía recuerda mis rápidas pisadas escaleras abajo, y con su novio, Diego, se ríe de la anécdota durante los postcoitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario