lunes, 15 de diciembre de 2014

Anotación 46

 Hace unos años, estando yo en bachillerato, quedé con una compañera de clase para ayudarla con el próximo examen de historia de España que teníamos, sobre la guerra civil española, tema que yo, para lo que son los estándares de bachillerato, dominaba bastante bien.

Fuimos a un parque cercano a mi casa. Mientras yo le explicaba (lo recuerdo perfectamente) la caída del cinturón de hierro y la posterior toma de Bilbao por los franquistas, ella echó su mano sin demasiadas contemplaciones, a lo que toscamente se le llama "el paquete". Yo sorprendido, sorprendidísimo de hecho, creo recordar que dije su nombre en tono de reproche, momento que ella aprovechó para darme un beso, y ya se lió parda.

Se ve que tenía prisa, o muchas ganas, porque allí mismo en el parque, detrás de unos arbustos (toma cliché donde los haya...), se sucedieron los hechos.

Incluso que me dijo algo así como "Y si te la chupo un poco?", y no lo cuento por decir "eh tíos, que me la chuparon", no. Los que me conocen y me leen sabrán que no soy el típico macho que presume de sus hazañas sexuales, (más bien todo lo contrario, ejem ejem...), sino que lo cuento porque en ese momento me hizo mucha gracia el detalle, la forma de decirlo... ¿Cómo que "Y si te la chupo un poco"? ¿Pero esto qué es?

Y bueno, vino la policía, nos echó una bronca de cojones, como éramos menores nos llevaron a casa en el coche, multa, y bueno. Que nunca más volví a follar en parques y jardines, propiedad del ayuntamiento, y por ende, del tarado del alcalde.


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